Te contare una historia, hay tanta historias olvidadas que se pierden en un espacio especial de la mente de sus protagonistas.
Te contare una historia sobre el amor, el dolor, la fe, el aprender, la ingenuidad y el crecer.
Existió en algún momento de la historia un lugar donde vivía una comunidad, la comunidad estaba conformada por diversas familias.
Te preguntaras como eran las familias, acaso imaginas que estaban conformadas por el padre, la madre y los hijos, pues sabes qué, esta comunidad no se regía por la constitución y las leyes esas tontas que estipularon un día que eso era una familia o que el matrimonio era entre hombre y mujer. Las familias de este sitio recóndito hacían lo que sentían, se respetaban unos a otros y amaban de acuerdo a como lo sentían.
El protagonista de nuestra historia se llama Felipe, tiene 12 años, vive con su mamá y su otra mamá. Felipe va todas las mañanas a la casa de Sonia, ella es la profesora de todos, y aunque algunos son más grandes que los otros, ella le enseña a cada uno lo que debe aprender de acuerdo a su edad y a lo que a cada uno le gusta.
Felipe estudia con 5 personas más, por un lado esta Karen de 10 años quien vive con su mamá y su otra madre vestido de hombre, luego esta Julián que vive con sus dos papás, Federico que vive con su papa y la novia hombre de él y al final esta Sofía que vive con sus dos mamás.
Alguna vez, Sonia la mamá de Sofía, llevo a todos de paseo, pues ellos no salían mucho, siempre estaban en sus casas y no interactuaban con nadie más que los nombrados anteriormente.
El día que salieron de paseo, observaron algo muy extraño, y es que no había parejas como las de sus padres y madres, las mujeres se tomaban la mano de los hombres, los besaban a ellos y esas cosas, pero no vieron un solo hombre tomado de la mano de otro, o una mujer besando a otra, y ni siquiera vieron hombres vestidos de mujer o al revés.
Felipe no lo entendía, le pregunto a Sonia, quien le dijo que esas personas eran diferentes a ellos, pero que todos debíamos aprender a entender y aceptar nuestras diferencias. Felipe quedo confundido pero su profesora no le dijo nada más, al volver del paseo Felipe se sentó con sus mamás y les pregunto, lo que ellas siempre habían temido que les preguntara, por qué vivimos aquí solos, por qué no hay parejas de hombre y mujer, por qué soy hijo de dos mujeres que no pueden tener hijos.
Mónica y Liliana se conocieron años atrás en un momento de la vida único, esos que resultan ser la mejor coincidencia de todas, al verse se amaron, aunque nunca hubieran amado antes, lo sintieron y lo vivieron, luego un día cuando Liliana fue al médico a contarle que querían tener un hijo, el médico les prometió ayudar, pero les advirtió la difícil vida de un hijo de madres l.. En un mundo heterosexual, entonces, ellas, decidieron tenerlo e irse, estar solas donde su hijo nunca fuera agredido, donde nunca lo molestara y lo señalaran.
Historias parecidas le sucedieron a sus compañeros y compañeras de aventura quienes decidieron irse a vivir lejos, donde crearon su propia isla privada, su pequeña burbuja de amor y protección, el circulo de seguridad que los mantenía unidos y tranquilos.
Después de escuchar las preguntas de Felipe, se tomaron la mano y le explicaron lo más sencillo y delicadamente que los demás no las veían como él, que los demás no entendían como podían amarse y que ellas decidieron alejarse del mundo para que su hijo no sufriera.
Felipe se quedo callado un buen rato, las miraba fijamente, luego bajo la cabeza y se puso la mano en ella. Sus madres lo miraban con inquietud y zozobra. De repente Felipe levanto la mirada y dijo, entonces esta bien que Karen me parezca la persona más linda del mundo, esta bien querer y sentir sin importar si alguien es hombre o mujer?
Sus madres sonrieron, y le dijeron que si, que estaba bien, que el podía elegir a quien querer. Felipe entonces de nuevo interrumpió y les dijo: Supongo entonces que es hora de irnos.
Liliana miro a Mónica desconcertada y le dijo a Felipe a que te refieres.
Entonces Felipe las miro y dijo: Es hora de irnos, porque no debemos escondernos de nadie por ser lo que somos, ustedes escogieron amarse y yo soy feliz de ser su hijo, así que los demás lo entenderán cuando vean la hermosa familia que somos.
No vamos a escondernos para que los demás no vean lo felices que somos, vamos a salir orgullosos tomados de la calle y a vivir a plenitud lo que escogimos.
Sus madres lloraron de alegría; al poco tiempo volvieron a la ciudad, Felipe iba a visitar a su novia Karen, mientras sus madres se hacían amigos de los vecinos y les contaban que eran una pareja l, fueron las primera pareja en el barrio, la primera en la ciudad, la primera en el país y gracias a ellas las personas observaron que las diferencias existen y que debemos aprender a convivir con ellas.
posted by Fiorixk @ 1:29 p. m.