Mi mamá me dijo que conocí Bucaramanga cuando tenía 9 o 10 años, y en realidad los únicos recuerdos que tengo de esa ocasión se reducen a un restaurante donde desayunábamos, al cuarto del hotel y a las hormigas que se comieron unos dulces que mi mamá compro. No es extraño esto de la mala memoria, mi infancia es un gran agujero negro en mi mente y supongo que es mejor que sea así.
En esta ocasión, viaje por cuestiones tristes, pero al
final no todo fue malo, de hecho los días difíciles fueron los dos primeros, y aunque en algún momento me estrese por los chismes, comentarios malintencionados de la gente y por la impotencia que sentía, como dijo mi mamá por algo elegí estar allí, algo debí aprender. Al final pasee, probé la crema chantilly de chocolate (deliciosa), vi dos películas, me bañe con agua fría, conocí todas las notarias de Bucaramanga, me monte en bus y medio me ubique en la ciudad, camine por el centro bajo una leve lluvia, comí carne oreada, costillitas y cabrito, me queme los hombros caminando por el parque chicamocha, lave ropa, porque solo lleve dos pantalones y tres camisetas, cocine pasta, llore, compre ropa, y hasta grabe la experiencia en un cámara de video.
Debo admitir que me gusto estar en Bucaramanga, y creo sobre todo que fue porque aunque no fueron las vacaciones planeadas, y no descansamos lo suficiente, fueron unos días diferentes, lejos de esta ciudad, de algunas cosas que me atormentan, durmiendo al lado de quien quería dormir, paseando y conviviendo con quien quería convivir.
Volver a Bogotá significa muchas cosas para mi, incluso tener miedo otra vez, espero ser capaz de enfrentarlo, espero encontrar ese camino otra vez, espero divertirme otra vez en esos lugares, espero poder ser capaz de compartir en el mismo sitio. Es sólo que hay personas con las cuales no quiero compartir mi vida, primero fue mi compañero de tesis (a quien quería como un súper amigo), luego vino CM (a quien siempre quise ayudar) y ahora viene ella, hay personas con las que no puedo y no quiero compartir.
Estoy tranquila, esperaremos que nos depara la vida, ahora no me importa sacrificar algunas cosas por mi tranquilidad, sucederá lo que tenga que suceder, mientras tanto esperaremos a ver si Harry me enseña a andar en moto, si por fin terminamos (o termino?) el rediseño del portal, si le doy a lo de los proyectos y si mejora la relación con mi hermana.
Un nuevo lunes, otra semana de trabajo, pero todo tiende a mejorar, siempre...
Nota mental: Borrarme con agua, jabón, estropajo, esponjilla o lo que sea, este mensaje que tengo tatuado en la frente que dice "Adelante, se lo cree todo, a esta la puedes engañar y ni cuenta se dará"
A ver si me corto el pelo esta semana (tengo ganas de hacerme mechones), si voy a escalar, si saco la ropa vieja de mi closet, si termino de leer el libro aquel, y si logro quemar aquel cd que me parece tan complejo -las canciones que más me gusten...
En fin veremos como continua la semana.